No, yo, no sé. No, nunca lo escuché a Tocho tocar el bandoneón ahora que lo pienso. No. Creo que esa noche hablaron de eso y bueno, lo sacó. Pero me parece que dijo que no se podía usar más porque estaba viejo, no sé. Yo igual lo imagino tocando, casi como si lo recordara. O andando en moto, esa es otra. La abuela me contó que cuando ella era chica, Tocho tenía una moto. Pero que después del accidente la dejó de usar. Yo nunca vi la moto en el campo, pero me lo imagino igual con esa cara como la foto de él a los veinte, viste, la que tiene la abuela en el living, bueno, así lo imagino, yendo en moto por la ruta hasta el otro campo, en la Puma.
Lo queríamos tanto al abuelo. Él nos contaba cuentos, y también nos enseñó a andar a caballo y manejar. Tenía mucha paciencia y nos dejaba probar. Como en la foto, ves. Él te dejaba hacer, te miraba de cerca, pero te dejaba. A mi me enseñó a trenzar chinchulines y Facundo aprendió a cuerear. Y eso de manejar, es como te digo, él nos dejaba solos, eh. Se sentaba al lado y te iba diciendo, pero estabas solo frente al volante. Una vez, yo tendría diez años, íbamos con Pilar y el abuelo hasta el cuadro que quedaba pasando el molino. Y manejaba yo, la Toyota. Como era verano, Pilar quizo ir atrás, en la caja. Y yo, no sé porqué, arranqué, y aceleré derecho derecho. Tenía que doblar, y no sé porqué seguí. Mi abuelo me decía "Doblá, María, doblá ahora", con toda la paz del universo. Y yo seguí derecho y choqué contra un árbol. Me asusté. Era un árbol joven, se dobló y estaba medio metido abajo de la camioneta. Mi abuelo me dijo, con toda tranquilidad, eh, me dijo "Bueno, ahora si querés correte un cachito que voy a manejar yo". De atrás se bajó Pilar llorando, por supuesto. Se había golpeado creo. Pero Tocho jamás se enojó. Lo único que nos pidió a las dos es que no le contáramos a Dorita, nuestra abuela.
Y esa de ahí, no sé, debe haber sido una de las últimas navidades que pasamos todos juntos. Después... Después ya no.
Bueno, pero no traigas fotos viejas acá, que se pierden. O se ensucian, bonita, sabés. Ponela de vuelta donde estaba. Y si, puede ser, pero hay que comprar un portarretratos, y hay tantas fotos lindas de ahora, ¿no? Esta mejor guardala.